Nuestra piel es un órgano con múltiples funciones. Nos protege de las infecciones, detecta información sensorial y nos permite regular el metabolismo a partir de la transpiración. Existen enfermedades genéticas que pueden causar fragilidad en la piel o alterar su función sensorial. La piel también puede dañarse por el entorno (por ejemplo, por quemaduras o cáncer de piel) o como resultado de otras enfermedades (como por ejemplo úlceras causadas por la diabetes). Si se daña una gran superficie de la piel, un paciente puede recibir un injerto de piel de otra parte de su cuerpo o de otro individuo. Los investigadores están estudiando el potencial de las células madre de la piel para promover la cicatrización de heridas. Los científicos también están desarrollando modelos, a partir de la ingeniería de tejidos, de las diferentes capas de la piel. Estos modelos también se pueden utilizar para simular el progreso de enfermedades, la cicatrizión de heridas, para desarrollar medicamentos y puede y pueden algún día, ser adecuadados para transplantar a pacientes que necesiten un injerto. En esta sección encontrará información acerca de distintas enfermedades de la piel y la investigación actual acerca de sus causas y posibles tratamientos.